Como diseñadores, es nuestra tarea (entendiéndonos como seres políticos con compromisos y responsabilidades sociales) dentro del rol de comunicadores, construir una serie de objetivos que conecten con las necesidades de los territorios a partir de la interacción, el análisis y los acuerdos dialógicos con las comunidades, con fin de proponer estrategias y dinámicas que ofrezcan soluciones alternativas, en y para, las poblaciones.
Estos encuentros con la comunidad se dieron en el marco del proyecto “Encadenamiento inclusivo entre Compañía de Empaques y pequeños productores de Fique ”, una iniciativa de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia, ANDI1, con la cual se generan alianzas productivas entre pequeños productores y grandes industriales del país, a partir de esto desde el grupo de investigación Diseño y sociedad se planteó y se presentó el proyecto ante la VRI de la Universidad del Cauca.
Por trámites administrativos y ajustes presupuestales de la Fundación ANDI y la Vicerrectoría de Investigaciones de la Universidad del Cauca, este proceso se vió aplazado hasta el año 2021, cuando el grupo de investigación ganó la convocatoria2 de interacción social de Unicauca, pero se suspendió nuevamente por la coyuntura de la pandemia de la Covid 19.
Nuestro trabajo como colectivo3 de investigación, se desarrolló con la cooperativa multiactiva de mujeres nasas, kwe’sx uúthasx khisxayah cxa’b4, del
municipio de Quichaya en Silvia Cauca, escenario donde pudimos compartir dentro de sus procesos organizativos, labores y tareas cotidianas en las cuales se reflejaban los diversos saberes y tradiciones encaminadas al desarrollo comunitario desde el cuidado y la preservación de la tierra como ser principal. Este proceso de investigación, nos permitió aprender nuevas formas y herramientas de resistencia desde prácticas tradicionales ancestrales, conocer las raíces que se recorren desde la palabra a la acción de comunidad, pido disculpas al lector, si en algún momento se llega a entender el territorio como un escenario exótico o salvaje, donde se suele caer en discursos estereotipados de las poblaciones indígenas; al menos desde el discurso visual del diseño, buscamos plasmar y comunicar aquellos relatos que parten del compartir, escuchar y analizar las vivencias y procesos organizativos que se ven afectados por la industrialización y capitalización de la tierra, deformando y borrando las historias tradicionales.
Es importante saber desprenderse de las perspectivas o dogmas que como diseñadores (investigador-creador de narrativas visuales) solemos manejar a la hora de incidir en propuestas comunicativas, para aprender a ver, escuchar e interpretar las formas de vivir de la comunidad, hacer del diálogo y el relato una herramienta de trabajo y de creación grupal; consignar las experiencias y las actividades cotidianas como parte de los procesos de recolección y construcción de memorias colectivas entre los pueblos fue un factor de gran consideración para la adaptación e implementación de acciones y herramientas de investigación dentro de nuestra propuesta.