Minga: Una práctica decolonial, por una ecología de lo sensible

Juliana Marín Taborda (Edinson Quiñones & Estefanía García Pineda)
Conferencia
27 Sep
3 : 45 PM

La consciencia estético-sensible de la vida se manifiesta a través de la recuperación y reivindicación de prácticas ancestrales, como propone el colectivo Minga, prácticas decoloniales. Este tipo de prácticas artísticas que desdibujan la idea de obra de arte anclada a un pensamiento estético occidental, se convierten en Ecosofías siguiendo el pensamiento de Guattari, para quien a través de las artes es posible crear una consciencia ético-estética de la vida, y, en ecologías profundas, siguiendo el pensamiento de Arne Naes. A través de dichos procesos se promueve la conexión con la naturaleza y el reconocimiento de la expresión vital en todas las formas de vida y en el caso del colectivo Minga, prácticas decoloniales, la cosmología ancestral. 

Hablar del arte como un objeto ecosófico, implica entonces ejercer un pensamiento crítico hacia los ámbitos en los que se constituyen las artes mismas. Escenarios usualmente participantes de la vida cristalizada y subjetivada en fundamentos trascendentales y sistémicos basados en una porosa concepción de verdad. Las artes como ecología de lo sensible se convierten en herramientas para la creación de actos simbólicos y rituales, y en armas que desafían la lógica capitalista y promueven la inclusión sensible en la vida cotidiana.

La propuesta ecosófica plantea una reevaluación de los valores temporales y de vida, reconociendo la importancia de las prácticas cotidianas, ancestrales y rituales en la construcción de otros mundos posibles. Un pueblo que está por venir, es el que se convoca para el surgimiento de una ecología de lo sensible desde las artes. Siguiendo la palabra del Mayor Abadio Green Stocel, esta comunidad debe valorar a la Tierra como Madre dadora de vida y donde se expresa lo viviente. Las artes son el lugar de surgimiento de cuerpos cosmo-sensibles, como lo enuncia Lorena Cabnal. En esta práctica se destaca la necesidad de transformar nuestra sensibilidad para apreciar la diversidad y la fuerza de todas las formas de existencia, reconociendo la vulnerabilidad como un elemento positivo en nuestro encuentro con el mundo natural.

Esta ponencia propone en una lógica que irrumpa con el escenario del pensamiento crítico académico, donde nos filamos para escuchar un discurso que alguien tiene por contar. En cambio, se propone un círculo de palabra en donde se parta de la reflexión aquí enunciada y ampliada, con una posibilidad extensiva a través del trabajo conjunto con los artistas creadores del colectivo Minga, prácticas decoloniales, Edinson Quiñones y Estefanía García Pineda. Un arte como objeto ecosófico es aquel que participa de la construcción y el tejido del conocimiento, no es un arte pasivo sobre el cual se teoriza, sino que es un arte activo mediante el cual el saber se desborda en sentido, en fuego, sonido, silencio, miradas, intensidades y palabras compartidas en un espacio de diálogo y reflexión con los asistentes. De aquí parten los postulados de una ecología de lo sensible: transformar las formas tradicionales y hegemónicas de construir el conocimiento, para generar el conocimiento con el pueblo, el colectivo, el cuerpo y la naturaleza.