El Arte, como objeto ecosófico

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Este año, la convocatoria de ponencias locales nos invita a reflexionar sobre cómo las nuevas tecnologías han modificado la forma en que interactuamos con otras formas de vida, con la tierra y hasta con lo inorgánico.

También como la mecanización, robotización y digitalización del ser humano está transformando nuestra manera de percibir y habitar el mundo que nos rodea.

Invitamos a artistas, docentes y estudiantes de artes plásticas, música, diseño, pero igualmente a los ingenieros, antropólogos, abogados, filósofos, médicos, biólogos, y demás áreas del conocimiento, para que participen como ponentes, explorando reflexiones ecológicas y eto-sóficas sobre la obra de arte y la vida, desafiando las formas convencionales que dictan la existencia humana en la tierra.

Justificación

“… el concepto de hombre, una vez se le quita la diferencia específica del hombre, ya no es el concepto del hombre sino el de una entidad artificial, un poco como el hombre platónico de Diógenes” 

Ludwig Feuerbach, Contribución a la crítica de la filosofía de Hegel, Editorial “La pléyade”, Buenos Aires, 1974

“En todo caso, una cosa es cierta: que el hombre no es el problema más antiguo ni el más constante que se haya planteado el saber humano [ ] el hombre es una invención reciente. [ ] De hecho, entre todas las mutaciones que han afectado al saber de las cosas y de su orden, el saber de las identidades, las diferencias, los caracteres, los equivalentes, las palabras —en breve, en medio de todos los episodios de esta profunda historia de lo Mismo— una sola, la que se inició hace un siglo y medio y que quizá está en vías de cerrarse, dejó aparecer la figura del hombre. [ ] fue el efecto de un cambio en las disposiciones fundamentales del saber. El hombre es una invención cuya fecha reciente muestra con toda facilidad la arqueología de nuestro pensamiento. Y quizá también su próximo fin. Si esas disposiciones desaparecieran tal como aparecieron, si, por cualquier acontecimiento cuya posibilidad podemos cuando mucho presentir, pero cuya forma y promesa no conocemos por ahora, oscilaran, como lo hizo, a fines del siglo XVIII el suelo del pensamiento clásico, entonces podría apostarse a que el hombre se borraría, como en los límites del mar un rostro de arena

Michel Foucault, Las palabras y las cosas, Siglo XXI Editores, 1978, p. 375.

El hombre ya no es ni centro ni límite, infinitamente maquinado, conectado a una multiplicidad de prótesis, que no solo externalizan y multiplican su potencia de actuar sino codifican y axiomatizan los procesos “lógicos” en algoritmos, de tal manera que hemos devenido pieza y parásito de una inmensa retícula que se pliega o despliega según los movimientos y flujos que la atraviesan.

Esta es la diferencia específica del humano que estamos deviniendo y cuya naturaleza ha mutado a la velocidad propia del linaje de las máquinas electrónicas y de la “revancha” del silicio. El complejo dispositivo maquínico que constituye y mantiene la infosfera global promueve, refuerza, alimenta un sistema de resonancias y redundancias cuyo sustrato son las opiniones, opiniones “de donde procede la desgracia de los hombres”. 

El arte tanto como la ciencia enfrentan permanentemente un combate con el caos y hacen de este combate perpetuo el instrumento para una lucha, aún más profunda y difícil, cuyo movimiento creador es la fuga, la huida del sistema de opinión y de la degeneración del pensamiento en la opinión.  

La desgracia de los hombres no es solamente la del empobrecimiento vital de la vida y el pensamiento individual sino la generalización, concreción y legitimación de los sistemas de opinión en formas estatales nacionales, continentales y mundiales para el control y dominio de las colectividades humanas: el hambre y la miseria del “Sur global”, la catástrofe migratoria, la degradación del tejido urbano, el abandono de la ruralidad, el calentamiento global, el avaricioso modelo de acumulación de los recursos tecnológicos, energéticos, de medios de producción, etc. de la economía global, la puerilización infantilizante de los conceptos, los afectos, las percepciones, las funciones, reducidos al continuo rumor comunicacional, periodístico, etc., la degradación ética de los poderes mundiales que toman partido o guardan vergonzoso silencio ante las masacres y guerras genocidas; el hipócrita compromiso de los estados occidentales y el sistema financiero mundial con los mercados ilegales de las drogas, las armas, la trata de personas, etc., las amenazas de asfixia cultural por la homogenización acelerada de sus productos en los circuitos del mercado; la amenaza psico-neuronal de los robots, bots e IA de reducir la vida afectiva a respuestas establecidas respecto de impulsos predefinidos y que conforman una estrategia dispersa, disipada, de control molecular de los modos de habitar y pensar.  

Una figura trinitaria abierta al caos: la del artista, el científico, el filósofo —cuyos trazos dibujan las líneas de fuga de los universos de referencia, de los flujos de todo tipo, de los linajes tecnológicos y maquínicos, y de los territorios de habitad—, engancha existencialmente haciendo danzar la multiplicidad de signos en el sentido de producir diferencias que conducen a modos de pensar y sentir nuevos que irrumpen creando modos de vida hasta ahora desconocidos. Nuestras cuatro multiplicidades se conglomeran localmente en racimos de posibles, constituyendo un objeto nuevo que el filósofo y psicoanalista Félix Guattari nos propone llamar “objeto ecosófico”. 

Proponemos, pues, que el seminario “Arte & Alteridad”, en su séptima versión, del año 2024 tenga como motivo de convocatoria, explorar esos “racimos de posibles” que proliferan a partir de la compleja complexión del “objeto ecosófico”, entendido en su vertiente ético-estética como obra de arte. 

Quisiéramos que a los universos plásticos, musicales y de diseño gráfico se le sumen los universos literarios y de ciencia ficción de tal manera que aparezca el “objeto ecosófico” como entidad ficcional y adquiera plena realidad en la construcción de subjetividades-artista novedosas.  

Objetivos:

-    Plantear la pregunta por la manera cómo construimos nuestros territorios existenciales en las condiciones caósmicas del devenir humano sobre la tierra.

-    Explorar los posibles etológicos, ecológicos y éticos para la construcción de un nuevo paradigma existencial.