La paz. Demasiado humana
Intentare desgranar algunos conceptos, autores, ideas, experiencias que nos acerquen a una comprensión siempre sesgada acerca de que es la paz. Porque una cosa es el conocimiento abstracto de algo y otra cosa bien distinta es su sensación. Hablar pensar, idear acerca de, y otra cosa es la sensación inestable que produce en nuestros cuerpos pensar la paz. En ese sentido siempre ligados a la posibilidad de intervenciones micropolíticas en grupos instituciones y comunidades que permitan lo posible. Y surge así una primera idea. Si pensamos acerca de la paz es porque asistimos a algún tipo de guerra, conflicto, lucha , oposición. No puedo dejar de mencionar también la paz interior aquella que todas todos y todes lox sujetos anhelamos lograr. Asistimos a una guerra global que apunta al deseo y lo masifica, nos desestabiliza ya que trabaja incansablemente sobre nuestros afectos y afectaciones. Toda guerra siempre esta ligada a necesidades y derechos tanto simbólicos como concretos. Es a través de prácticas autogestivas, encuentros, experiencias alternativas, movimientos sociales en un trabajo permanente por la singularidad, por hallar lo común parcial que se pueden producir cambios instituyentes. Esta ecosofia es ética política y estética. La paz se concibe en una vida activa. Una vida en búsqueda de la paz interior. Vida de deseo de paz . De deseo de vivir en paz con los otros abierta a lo común plena de humanidad. El arte del encuentro de los cuerpos y las mentes insumisos, críticos, insurgentes. No olvidaré pensar el papel de el /la líder en esta “era informática planetaria” En estas condiciones un ontología de como lograr la paz sólo puede ser pensada a partir de una cartografía temporalizada, territorial, parcial, precaria, cualitativa e intensiva que acople lo colectivo en cada cual sin deseo de eternidad.