El lugar de las imágenes en los procesos de transformación social
Frente a los distintos discursos que insisten en declarar a las imágenes no aptas para criticar la realidad, en esta intervención se propone una línea disgresiva acerca de las abundantes sospechas que pesan sobre las imágenes, para preguntarse cómo contestar desde las imágenes los imaginarios hegemónicos de información. El propósito no es establecer una definición que diga qué es lo propio de las imágenes, sino poner el énfasis en el hecho de que las imágenes son principalmente un trabajo, para afirmar que los procesos emancipatorios no son nunca sólo una cuestión de articulación de discurso o de los modos en que se toma la palabra o los lugares, sino que requieren, al mismo tiempo, una toma de las imágenes.
Es necesario identificar otros regímenes imaginarios, levantar imágenes críticas que confronten los sistemas de creencia que se imponen como únicos e incontestables, en el decir de Ticio Escobar, relámpagos de imágenes capaces de hacer vislumbrar otros rumbos posibles de sentido. Urge enriquecer los movimientos de las formas, presentar figuras, casos y situaciones que cuestionen los modos dominantes desde una micropolítica situada. Todo proceso de transformación crea sus formas sensibles, las imágenes son artefactos de potencia poética y política. La gestación de los procesos de formación son siempre una escena contra otra, es decir, disposiciones de cuerpos, articulaciones entre lo pensable, lo decible y lo visible.