El arte de la reconciliación
De nuevo queremos agradecer a la universidad del Cauca, y en particular a su rector José luis Diago, al decano de la facultad de artes César Alfaro, al profesor Alex Rodriguez y demás cuerpo de profesores que desde sus distintos ejercicios académicos, hicieron posible nuestra visibilización en este espacio y que aún hoy podamos ser parte de este importante evento académico del Cauca, como lo es el Seminario de "Arte y Alteridad”........ gracias a tod@s.
Hoy desde nuestra visión sobre el arte, como una manifestación comunicativa, expresaremos una visión del mundo que conlleva también un romanticismo, ético, estético y social, que si bien no es la expresión gráfica usual que generalmente entendemos por "arte" sea este plástico, danzante, escénico, fílmico, musical, arquitectónico o de cualquier otro tipo de factura, todos ellos están implícitamente sumados allí.
Pensamos que reconciliar es un arte....es el arte de recordar, superar, de reempezar, de resarcir de remendar de rehacer, de reencontrar.
De posiblemente, de reencauchar, de remozar, de repensar, de reconstruir, de reelegir, de reconsiderar.
También desde nuestra percepción del arte, reedificar, de reemplazar, de reeducar, de reexaminar, de recrear, de reivindicar, de reconocer y reinventar.
El arte de recrear cualquier aspecto de la vida sea individual, de la naturaleza o de la humanidad, en cualquiera de sus tantas manifestaciones, implica no ser un observador “independiente, pasivo, o neutral"; quiérase o no, se hace parte de ese tejido colectivo humano que nos permite reflexionar.
De suyo, los artistas procuran plasmar, su propia visión u opinión de algo o alguien, que admiran ,de algo que les atrae, o de algo que repudian o el ideal que aspiran y que proponen en sus obras, sea cual sea su factura artística, donde el resultado de su ejecución, es la manifestación relativa de esos efectos, en su ser, de sus vivencias directas e indirectas, como miembro de una comunidad o colectivo.
Las categorizaciones que a través de la historia, han ido definiendo con respecto a qué es el arte”, y "cómo" el arte ha servido para denunciar, mistificar o recrear hechos inenarrables que se plasmaron en un cuadro, relato, imagen o libro, dieron curso a la aceptación de múltiples variantes de éste, entre ellas la política.
Esta desde Aristóteles no puede quedar excluida en este variopinto catálogo del arte.
Interpretaciones disonantes a favor y/o en contra, hacen que este ejercicio de relacionamiento interhumano, haya tenido y tenga lecturas tan disímiles, al extremo de haber propiciado en el siglo pasado la tragedia de 2 guerras mundiales, con nefastas consecuencias para la humanidad, donde una variante, el propagandismo, puso el arte al servicio del estado.
La utilización de éste para fines innobles como deslegitimar la otredad, moldear la psiquis blanda e inocente de las masas, que le permitía aceptar desde ángeles y demonios; infiernos, paraísos y purgatorios; o dragones, unicornios y centauros, también le permitiría creer en una raza superior, en el pensar de sus creadores.
Todo ello recreado vívidamente por diversos artistas pictóricos, literarios y escultores sumados a esta visión de la época.
De la misma manera, otras políticas que idílicamente y con subjetividades propias desde sus diversos contextos, propendían por la culminación de lo que parecía imposible para la clase creadora de la riqueza, propusieron un imaginario que sin dejar de ser excluyente, abarcaba mucho más que la contra parte.
Era la utopía hecha realidad.!!!!!
Las violencias de todo tipo tienen un trasfondo político...y cómo no....en el caso colombiano para no pretender abarcar más de lo que podemos..... han quedado registrados por las diversas formas artísticas y visiones de sus realizadores.
Tal vez fue Débora Arango una de las primeras artistas colombianas que reflejó, desde su óptica las distintas violencias que se ejercen en la sociedad, como la discriminación hacia la mujer, y tal vez, liderando la alteridad, contra la "normalidad" habitual, como artista rompió los cánones estético de sus maestros, en la visión de lo moral, transgrediendo las formas tradicionales, pasivas dulzonas y empalagosas, por aquellas descarnadas como el desnudo, en una sociedad de ese histórico momento bastante conservadora, y disono con la crítica social y política, desde la mirada de una mujer.
De distintas formas muchos artistas han narrado la historia conflictiva de este país, trayendo por instantes a la dura memoria histórica, aciagos hechos que muchos preferirían no recordar, pero que son la impronta de una sociedad que por variadas razones políticas, se debate entre creer o no, en la posibilidad que no se volviese a repetir la barbarie y degradación en cómo se resuelven las distintas contradicciones de este país, principalmente aquella que tiene que ver con la posesión de la tierra.
Subvertir esta impronta violenta de esta sociedad, que en el pasado reciente reflejado en el acuerdo final, ha sido para una parte de los actores, un trasegar plagado de demasiadas expectativas, que como para el artista neto, significa replantearse a sí mismo de los legados adquiridos; renovar la perspectiva de otra posibilidad nunca descartada; o reencontrar el lenguaje o expresividad que acercarse mucho más.
Reconocer la otredad colectiva como complemento armónico, reencontrar los caminos atrás recorridos, reconsiderar algunas prácticas que obnubilan la metas de las idílicas propuestas y que alejaron por acciones de sí mismos o tergiversadas por otros, la ensoñación a quienes por ellas, nosotros creíamos... reivindicábamos.
Resurcir o resarcir ese gran lienzo que es este país, -alegóricamente, -deshilvanado por la indolencia aprendida, la incredulidad acostumbrada, por la acción u omisión de unos y otros, además de muchos otros factores que sobran mencionar aquí y que........ suponíamos sería............. con la firma del acuerdo final, después de casi 5 años de ambientación mediática y participación directa e indirecta de much@s, tanto del ámbito nacional como internacional.......... fantaseábamos como en aquel cuadro del artista español juan genovés, denominado"el abrazo".......... donde bella e indistintamente las personas allí se fusionan en fraternal estrechamiento después de convulsos hechos sociales y políticos........y que creíamos........... se repetiría en nuestro medio.
Este simbolismo pictórico que derrota la intolerancia sigue siendo el objetivo mayor de nuestra actual vivencia .. ........... a pesar de aquellos que el lastre del pasado todavía no pueden descargar.
El arte de reconciliar en este país es una gran aventura, ya que implica hasta la vida misma.
Los registros pasados y recientes, dan cuenta de miles de hombres y mujeres, que sin haber empuñado un arma, han sido segados solo por el poder de sus actos y su palabra, pues esta es un gran arma para disuadir los corazones endurecidos y subliminados por todas las violencias.
Comprendemos que re-conciliar no es un acto fácil, requiere de la disponibilidad sicológica del otro para aceptar que el victimario le abrace.
Pero para que ello ocurra, también comprendemos que tenemos que tener, la sociedad en su conjunto, nuevas visiones, una reeducación, una predisposición tanto psicológica, como cambios en lo material que des-justifiquen motivaciones que puedan sustentar la continuidad o escalamiento de estas violencias.
Reconciliar sigue siendo una tarea de artistas...pues implica tener mucha creatividad, imaginación, e innovación tanto en formas, como en materiales y técnicas que entren por la retina y se graben en nuestros cerebros para re-crear nuevas sociedades.
Gracias a tod@por hacer el esfuerzo seguir acompañándonos… a pesar de los riesgos que esto implica......... gracias.