La monstruosidad de las formas en las obras de arte de Lorenzo Jaramillo y  Débora Arango

Dora Alexandra Villota, Maribel Deicy Villota, Jakeline Villota Enriquez
Conferencia
18 Nov
9 : 20 AM

Nos proponemos abordar la monstruosidad de las formas en las obras de dos artistas:  Lorenzo Jaramillo y Débora Arango. Para el primer artista, son los sentimientos y las  emociones humanas -como el grito- las que alteran las figuras de los hombres,  experimentándose así una monstruosidad inmanente al ser, que se pone en marcha en el  devenir del soñador por ejemplo. Débora Arango por su parte trata la monstruosidad de  manera metafórica y paródica, desde la alteridad, es decir, desde la otredad que se  aparece al ser con algunas investiduras, entre ellas, la política, y que ella dota  elocuentemente de una figura simbólica zoomorfa (batracios, reptiles, hienas, calaveras,  aves de rapiña). A partir de estas consideraciones, abordaremos dos percepciones de la  monstruosidad, las cuales a su vez serán tratadas teóricamente desde un punto de vista  histórico, antropológico y filosófico. Desde la historia, consideraremos los  planteamientos que hace Edmundo O’Gorman sobre la monstruosidad artística que lo  lleva a considerar el arte como un belleza mítica que es por fuerza una fealdad que está presente en algunas obras de los artistas ya mencionados, como siendo la expresión y  representación de lo prodigioso: “En rigor, lo monstruoso tiene un significado primario  

de portentoso y fundamentalmente de lo que está fuera del orden natural” (O`Gorman,  2002, p.83). En este sentido, lo monstruoso se presenta como siendo lo heterogéneo e  irracional, o lo que es lo mismo, un punto de vista perceptivo y crítico que se expresa  como un elemento transgresor de la consciencia, y por lo tanto, es capaz de producir el sentimiento de lo prodigioso, del que simultáneamente se genera una consciencia mítica  que está presente en las representaciones monstruosas de Jaramillo y Arango. 

A este respecto, desde la antropología, Carmen Gaona comprende que la monstruosidad  es una forma no humana que se deriva de la mezcla entre lo inferior inmundo que se  representa en lo animalesco de los hombres y lo superior maléfico o demoniaco. Lo  monstruoso así, tiene la capacidad de perturbar, de causar repulsión en el mundo del ser  que se percibe íntima y socialmente homogéneo y normalizado. Lo monstruoso  consecuentemente, se caracteriza por ser heterogéneo, es decir, por ser absolutamente  otro. (Gaona, 2006) 

Ahora, ir al encuentro de la monstruosidad en las obras de Lorenzo Jaramillo y Débora Arango, es en términos de la filosofía fenomenológica de Heidegger (1971), ir al  encuentro con el Dasein, al despliegue del Ahí, que es aperturidad y Subjectum (Muñoz,  F.J, 2018). Pero también en términos del filósofo y dramaturgo Gabriel Marcel (En Sellés,  2006) la monstruosidad, en tanto que es un aspecto concreto e irreductible del ser  humano, se equipara al misterio, no obstante, este misterio se puede conocer mediante la  “reflexión segunda” que significa pensar la realidad sin que ella pierda su carácter  concreto y existencial, en esto consiste la verdadera universalidad. Esta realidad es  considerada por Marcel desde un punto de anclaje que es el cuerpo, el cual considera  como encarnación, en la que el cuerpo establece dos relaciones diferentes con la  conciencia: el cuerpo-sujeto y el cuerpo objeto, el primero se da como experiencia  interna y el segundo se da a la conciencia espacialmente. Estos son dos modos de darse el cuerpo a la conciencia son diferentes, irreductibles, indisolubles y complementarios.  Hay en la monstruosidad entonces una profunda afirmación: “yo soy mi cuerpo”,  además “si yo soy mi cuerpo es en tanto que soy un ser sintiente; y yo soy mi cuerpo en  la medida en que mi atención se apoya en primer lugar sobre él, es decir, antes de poder  fijarse en cualquier otro objeto sea cual sea”. De esta manera, haremos énfasis en el  cuerpo-sujeto y en el cuerpo-objeto, como dos relaciones en que el cuerpo se despliega  o en que las formas se despliegan en algunas obras de arte de Lorenzo Jaramillo como: Homenaje a Perón y Tríptico de cabecitas, y Débora Arango: La República, La salida  de Laureano y Rojas Pinilla.

Referencias 

Gaona, P.C. (2006). Estrategias conceptuales de integración desde la antropología: Las  “otredades monstruosas” contra el racismo. 

Heidegger, M (1971). Ser y Tiempo. México: FCE. 

Muñoz, F. J. (2018). Dasein y auto-apropiación: El tiempo como constitutivo de nuestra  realidad. Co-Herencia, 15(29), 93-120. 

O’Gorman, E. (2002). El arte o de la monstruosidad y otros escritos. México: Planeta,  Joaquín Mortiz. 

Sellés, J. F. (Ed.). (2006). Propuestas antropológicas del siglo xx (i) (2a. ed.).

Etiquetas