Fronteras

Valentina Rodriguez
Obra de Museo

Técnica: Mixta, papel moneda e hilo

Dimensiones: 210 centímetros x 200 centímetros 

Fecha: 2017-2018

Desde mi huida repentina pero no forzada, surgieron en mí una serie de intereses que de manera inconsciente, han venido provocado la manifestación de esos lazos culturales, que hoy puedo entender como un acercamiento al arte político. 

Entendiendo lo político como el constructo social que nos alimenta y contamina mediante la coexistencia con el otro, determinando comportamientos, actitudes, gustos, creencias, necesidades e intereses que nos acompañarán a lo largo de nuestras vidas y estarán sujetos a un cambio constante.

Mis trabajos, proyectos, “obras”, van de la mano con la necesidad de hacer visible a esas personas que son forzadas a desplazarse de manera violenta de sus territorios. Puntualmente desde Venezuela y todo lo que implica para ellos hacer este recorrido inicial, que inevitablemente transita por Colombia como puente o destino. 

En el año 2017 luego de dos años de no abrazar mis raices y mis afectos,  llego a Venezuela, con la añoranza de aquello que ya no existía. Todo lo que me impresionaba era la nada, nada de comida, nada de medicinas, nada de seguridad, nada...

Llegué a tener kilos de billetes que no valían nada, ya no eran nada. Decidí que estos billetes serían mis compañeros de viaje, aun con temor de lo que podía pasarme si en el aeropuerto la Guardia Nacional llegaba a encontrarlos, pero bastaron unos pocos minutos en el lugar, para darme cuenta que los turistas que ahí se encontraban, se repartían los billetes como si se tratarse de llaveros que llevas de recuerdo a tu país, esto me dio calma pero a la misma vez sentí impotencia, al pensar en todos aquellos que se quedan y dependen de ese cadáver económico. 

Desde entonces se estaba gestando la idea de lo que posteriormente llamaría Fronteras, una obra que reúne todas las características que para mí dan vida al conjunto de intereses que nombre inicialmente. Fronteras es una obra de carácter instalativo, serial y modular, con la ligereza para poder transportarla y exponerla en prácticamente cualquier espacio, pero con la fuerza suficiente para atraer al espectador curioso. Cada una de estas pequeñas piezas posee dimensión y las traspasa un hilo negro, así como lo hacen las raíces de un árbol, a través del duro cemento. La disposición continua y fluida de las piezas van dibujando una línea que termina siendo única en cada montaje. 

No fue nada fácil llegar a esto, me cuestione muchas veces si mi trabajo representaba la obviedad de lo obvio o si solo me dedique a narrar lo conocido. Pero una profesora me dijo “No creo que tu trabajo sea obvio. Para mí se trata de un señalamiento directo” y desde entonces comprendí que esa es mi necesidad artística, es eso lo que me impulsa a crear para tener la posibilidad de señalar a través de otros medios, espacios y materialidades.