De la Serie Revuelta Intima

Lina Fernanda Zambrano
Obra de Museo

Dimensiones: 1.9m X 1m

1.9m X 1m

1.9m X 1.8m

Técnica: Óleo y Acrílico sobre lienzo

Año: 2019

Mi propuesta de creación en el campo de la pintura, se desarrollara a partir de la investigación sobre el concepto de intimidad a menester de construir un lenguaje individual, un medio de introspección y de conocimiento de la subjetividad del individuo, la autorreflexión, ayudaran a construir mi noción de espacio, tiempo, existencia e identidad. Me parece indispensable saber quién soy yo. Cómo me comprendo y realmente me identifico como un individuo, de qué manera me presento como un ser público, un Yo compuesto por múltiples dimensiones y apariencias.

No hay tiempo para pensar, para razonar, para comprender, al menos para llegar a conclusiones, todo ocurre a una velocidad abrumadora. Todas las situaciones parecen repetirse de modo que se normalizan y nos mantienen impasibles. El avance irreflexivo del mundo moderno y su desarrollo que no puede ser cuestionado y cuyos objetivos son el incremento de la productividad, la eficiencia, el consumo y la satisfacción.

La elaboración de este proceso puede identificar también a otros, sin embargo me interesa reconocer principalmente mi propia intimidad. La pintura nace de la necesidad de generar espacios de encuentro y reconocimiento, para despertar de la atrofia de una costumbre que nos entumece los sentidos y nos llena de frustraciones que no comprendemos, pero que se vuelven cotidianidad. La frustración de vivir pero saber que no hemos encontrado nada. Que morimos y no hallamos razón de porqué existimos.

En el ejercicio de descubrir el medio, pienso que no es un trabajo que requiere mucha de nuestra lucidez, o que poseamos una gran intelectualidad. Si no, es más, un trabajo físico de un largo instante. Un trabajo que se hace con el cuerpo, donde se puede lentamente ir incorporando el pintar hasta que se convierte en rutina y necesidad. Se convierte en cuerpo. La pintura va siendo asimilada por la corporeidad. 

     Este sería el pasaje de toda una vida, si es la dirección que decidimos tomar. Por eso en control de la razón en esta corporeidad es perjudicial, puede tornarnos la experiencia, en un tedio, en un esfuerzo casi tortuoso, que impedirá el ser de la pintura.

Preocupada por mi inevitable decadencia, me quedo inmóvil. La pintura se me le parece, preocupada y dramática observando las profundidades de los otros. Pero con su cualidad vigorosa. Inmóvil. Recurrente se ha vuelto el pensamiento de mi insignificancia pero en contradicción me inquieta y me fatiga pensar lo inminente de la muerte. La incomprensión de la necesaria decadencia biológica del cuerpo, y la memoria que se va tornando olvido. La pintura es un lugar donde habitaran las memorias y miedos de nuestros propios olvidos. 

De esta manera considero que el arte proporciona caminos en búsqueda de formas de vida que no sean inevitablemente un Yo aparente eclipsando toda intención de reivindicación y liberación del ser. En el uso de la práctica pictórica pretendo dar un rescate, una renovación a fin de volver a las pequeñas cosas. Mi entorno, la bruma de la atmósfera, la intimidad y la compresión de la vida en la ciudad y la soterrada corriente de energía sexual que reside también en estos espacios íntimos.